Por: Manuel Fernández Ariza – Presidente ejecutivo de la Cámara de Comercio de Barranquilla
También resulta crucial crear condiciones que den confianza a inversionistas privados interesados en invertir en generación eléctrica utilizando recursos renovables y no renovables. Aunque en el Atlántico contamos con un gran potencial para la generación eólica offshore y existen proyectos concretos para aumentar la generación de energía solar, no se pueden desconocer las limitaciones actuales de estas tecnologías.
Colombia enfrentará un déficit de energía a partir de 2025, según las previsiones de ANDEG, la Asociación Nacional de Empresas Generadoras. Estima que el país debería generar un excedente equivalente a 4,300 GWh adicionales al año, para contrarrestar el desequilibrio entre oferta y demanda.
Si queremos que la economía colombiana crezca, con miras a aumentar la calidad de vida de la población y acelerar la reducción de la pobreza, es fundamental contar con una mayor capacidad de generación eléctrica. Esta debe ser capaz de responder tanto a los picos de demanda horaria como a los cambios climáticos más impredecibles.
Entre los sectores con mayor potencial para impulsar el crecimiento económico del país está la tecnología. Sin embargo, su implementación depende en gran medida de la disponibilidad de una infraestructura energética robusta y estable. Por ejemplo, el auge de la inteligencia artificial, que traerá grandes beneficios en productividad, ha llevado a los gigantes tecnológicos a buscar intensamente proveedores de energía confiable para sostener las operaciones de los centros de datos.
Recientemente Wall Street Journal informó que Amazon invertirá US$ 100 mil millones en al menos 216 centros de datos en la próxima década, y al día siguiente reportó que su filial AWS está cerca de cerrar un acuerdo sobre el suministro directo de electricidad de una planta nuclear.
Esta información nos permite hacer dos reflexiones clave: por un lado, la oportunidad de atraer mayores inversiones en centros de datos a Barranquilla; por otro lado, subraya la importancia de planificar las inversiones necesarias para asegurar una generación eléctrica estable.
Alianzas público privadas locales estamos trabajando en la dirección de atraer inversiones tecnológicas con una visión de largo plazo para posicionar a la ciudad en el contexto tecnológico internacional. Este enfoque impulsará la creación de empleo y la conformación de un robusto ecosistema de negocios.
También resulta crucial crear condiciones que den confianza a inversionistas privados interesados en invertir en generación eléctrica utilizando recursos renovables y no renovables. Aunque en el Atlántico contamos con un gran potencial para la generación eólica offshore y existen proyectos concretos para aumentar la generación de energía solar, no se pueden desconocer las limitaciones actuales de estas tecnologías.
Debemos seguir mejorando nuestras ventajas comparativas y competitivas para atraer mayores niveles de inversión, especialmente en aquellos sectores que prometen un mayor avance tecnológico. Para lograrlo, asegurar la confiabilidad del suministro eléctrico debe ser una de nuestras prioridades.