Con el proyecto “Urabá semillas de paz” liderado por la Fundación Bioplanta, 28 productores de pequeña escala de palma de aceite recibieron plántulas para emprender sus nuevos cultivos.
La palmicultura en la región de Urabá es reconocida por sus mejores prácticas agronómicas, laborales, y ambientales además de sus altas productividades. Desde Fedepalma y Cenipalma hoy queremos resaltar el impacto que esta agroindustria ha tenido en la zona y que le ha permitido a la comunidad sanar heridas de la guerra generando progreso, empleo formal, e impactando positivamente la economía de las comunidades.
La Fundación Bioplanta ha desarrollado el proyecto “Urabá semillas de paz” buscando contribuir al bienestar económico, laboral, ambiental y social, por medio de la reconciliación, paz, equidad, justicia y sostenibilidad.
“Vemos la paz como la presencia de legitimidad, empleo, formalidad, institucionalidad y emprendimiento, transformando a las comunidades en temas sociales, económicos y ambientales gracias a la palma de aceite”, expresó Juan Esteban Correa, Gerente General de Bioplanta.
Origen de la iniciativa
28 pequeños productores de palma de aceite recibieron cerca de 20.000 plántulas para la siembra de 154 hectáreas. Dicha entrega se da luego de un año de asesorías en temas administrativos, técnicos, de cultivo, agronómicos, visitas a plantaciones, reuniones y capacitaciones, para que sus nuevos cultivos sean productivos en todo sentido.
Con una inversión de $22.000 millones de pesos, este proyecto busca generar 1.500 nuevas hectáreas sembradas de palma de aceite en un plazo de cuatro años, beneficiando a cerca de 400 familias del Urabá.
“Es importante para nosotros darle la oportunidad a familias que quieran llegar al mundo de la palma de aceite y que amen el campo, por eso preseleccionamos 28 productores a pequeña escala que también tuvieran cultivos de plátano, banano, maracuyá o cacao para que el proyecto se complementara y fuese exitoso”, expresó Ronald Mauricio González Serna, Jefe de Sostenibilidad de Bioplanta y Administrador de la Fundación.
El programa tiene previsto en cinco años seguir apoyando a productores de menor escala y por tal motivo, para noviembre de este año y enero de 2024, se hará una segunda entrega de plántulas, teniendo como meta beneficiar a 60 productores.