Respaldar las acciones de contingencia originadas por los embates del fenómeno El Niño en los embalses es clave para tener un acceso continuo a esos dos servicios públicos, determinantes para el ejercicio y la garantía de derechos humanos como la salud, la educación, entre otros.
Ante la medida de racionamiento de agua anunciada en Bogotá como consecuencia del bajo nivel de los embalses que las abastecen, el Defensor del Pueblo, Carlos Camargo Assis, hace un llamado a todos los habitantes del territorio nacional a hacer consciencia con los deberes que tienen con la protección de los recursos naturales del país y la conservación de un ambiente sano.
“Es urgente que todos los colombianos adoptemos medidas de uso eficiente para ahorrar agua y energía eléctrica, con la finalidad de respaldar las acciones de contingencia derivadas de los efectos provocados por el fenómeno El Niño en los embalses nacionales. Esto es crucial para tener el acceso continuo de esos servicios públicos, fundamentales para el ejercicio y la garantía de derechos humanos como la salud, la educación, el relacionado con la propia vida, entre otros”, señaló Camargo Assis.
Los embalses del país han llegado a niveles históricamente bajos. Los que abastecen Bogotá y municipios aledaños están en la cifra más baja de los últimos 40 años, motivo por el que fueron tomadas medidas de racionamiento por zonas en la capital del país, para buscar un ahorro en su consumo, sobre todo en los hogares, pues son lo que más demandan agua.
“Además, les solicitamos a los sectores público y privado promover el trabajo virtual como una medida para reducir el consumo de energía eléctrica en sus instalaciones, reconociendo la interdependencia entre la prestación de ese servicio y el cumplimiento de diversos derechos fundamentales”, llama el Defensor del Pueblo.
La recuperación de los niveles de los embalses será un proceso gradual y dependerá en gran medida del régimen de lluvias en los próximos meses. El caso de Bogotá se replica en todo el país, razón por la que, agregó el Defensor, “es fundamental que todas las personas, en cumplimiento de sus deberes ciudadanos, y es preciso reiterarlo, implementen medidas para ahorrar agua y energía, pues su desperdicio puede impactar no solo la vida cotidiana, sino también la actividad económica del país, lo cual afectaría el crecimiento económico y la generación de empleo”.
Las medidas de racionamiento podrían extenderse por varios meses, ya que es necesario que los embalses alcancen al menos el 75% de su capacidad para evitar escasez de agua en el 2025 en el territorio colombiano.