Se define como la presencia de baja masa muscular y baja función muscular. Se estima que la prevalencia varia entre el 9,9% a 40,4% de la población de mujeres en la menopausia.

El deterioro funcional y la discapacidad física son las principales consecuencias de la sarcopenia.

¿Cómo podríamos prevenir la sarcopenia en la menopausia?
Importante crear estilos de vida saludables desde la niñez y adolescencia, donde prevalezca la realización de ejercicios físicos y un balance nutricional, pero sobre todo mantener estos hábitos durante toda la etapa reproductiva de la mujer.

En la menopausia, la ingesta óptima de proteínas, vitamina D y omega-3, puede atenuar en las mujeres post- menopáusicas la pérdida muscular relacionada con la edad.

Estudios han demostrado que el uso de la terapia de reemplazo hormonal cuando sea indicado por su Ginecólogo, es muy beneficioso, sabemos que el estrógeno puede desempeñar un papel en el metabolismo de carbohidratos y lípidos al aliviar el glucógeno muscular e inducir la oxidación de lípidos, lo que puede influir en la composición del músculo esquelético en post- menopáusicas. En ellas, la disminución de estrógenos se asocia con un aumento de inflamación celular y esto acelerar la sarcopenia. La disminución de la progesterona, por el envejecimiento, conduce a la pérdida de la función muscular, pérdida de masa muscular y generar sarcopenia.

Definitivamente la terapia hormonal mejora la función de la miosina y la fuerza en el músculo deprivado de hormonas sexuales y el contenido de receptores de estrógeno en el músculo también aumenta.

Cuida tus huesos, fortalece tus músculos , previene el envejecimiento, aliméntate sanamente, cambia tus estilos de vida, el ejercicio es fundamental.

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