Todo lo que debes saber sobre Eris, la nueva cepa de COVID-19 que preocupa

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Durante el último fin de semana, la Organización Mundial de la Salud (OMS) anunció la identificación de una subvariante inédita del Covid-19, a la que se ha denominado Eris. En su análisis de riesgos, la OMS la ha clasificado como una “variante de interés”.

Según la OMS, la variante EG.5 hizo su primera aparición en febrero de 2023. Desde entonces, los casos han experimentado un constante incremento, llegando al punto en el que se notificó que en la semana epidemiológica 29 (del 17 al 23 de julio de 2023), la prevalencia mundial de la variante EG.5 alcanzó el 17.4%. Este aumento resulta significativo en comparación con los datos registrados cuatro semanas previas (semana 25, del 19 al 25 de junio de 2023), cuando la prevalencia global de la variante EG.5 se situaba en un 7.6%.

Denominada como “Eris”, esta reciente subvariante descendiente de la variante Ómicron ha sido identificada por la OMS en al menos 51 naciones, siendo Reino Unido, China, Japón, Corea del Sur, Canadá, Australia, Singapur, Francia, Portugal, España y Estados Unidos los países con el mayor número de casos registrados.

Tras su aparición en las redes sociales, millones de usuarios han apodado a esta nueva subvariante del coronavirus como Eris, en un tributo a una deidad de la mitología griega. No obstante, hasta el momento, la Organización Mundial de la Salud no ha oficialmente adoptado este nombre.

¿Podrías proporcionarme información acerca de los síntomas asociados a la subvariante EG.5.1?

La misma OMS declaró que la nueva subvariante bautizada como ‘Eris’ no parece variar mucho respecto a las variantes antes conocidas; sin embargo, como con cada una de las últimas subvariantes, es muy difícil hacer un seguimiento riguroso. Entre los principales síntomas, Maria Van Kerkhove, líder técnica de la dependencia de la salud mundial, declaró que la EG.5 tiene mayor transmisibilidad, pero no más grave que la ómicron, los cuales son:

  • Dolor de garganta
  • Moqueo y estornudos
  • Tos seca
  • Dolor de cabeza
  • Dolor muscular

A eso se puede sumar la fiebre y todos sus efectos, como los escalofríos y el cansancio o malestar general. Es decir, nada nuevo ni muy distinto a otras de las enfermedades respiratorias que han cundido a lo largo de la pasada temporada de otoño-invierno, entre personas no vulnerables y vacunadas.

No obstante, la líder técnica de la OMS declaró que las vacunas anticovid no pueden prevenir las infecciones por EG.5.1, algunas naciones del mundo, ya se encuentran desarrollando una dosis de refuerzo dirigida a una variante llamada XBB1.5.

“En conjunto, la evidencia disponible no sugiere que la EG.5 tenga riesgos adicionales para la salud pública en relación con las demás estirpes descendientes de Ómicron que circulan actualmente. Si bien la EG.5 ha mostrado un aumento de la prevalencia, ventaja en el crecimiento y propiedades de escape inmunológico, no se han informado cambios en la gravedad de la enfermedad hasta la fecha”, declaró Van Kerkhove en un comunicado de la OMS.

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