Con una inversión de 1.300 millones de pesos la Gobernación del Atlántico, puso en funcionamiento los desfibriladores externos automáticos (DEA) que componen las zonas cardioprotegidas y permiten brindar reanimación a una persona en un evento cardiaco.
La activación del primer equipo se realizó en las instalaciones del primer piso de la Gobernación del Atlántico, en un acto al que asistieron el gobernador Eduardo verano De la Rosa, el diputado Adalberto Llinás, el secretario de Salud del Departamento, Armando De la Hoz Berdugo, el alcalde de Baranoa, Lázaro Escalante, y el representante de la fundación Conciencia Social, operador de las zonas cardioprotegidas.
En el 2016 la Asamblea del Atlántico aprobó, mediante la ordenanza 000323 de 2016, la aplicación de la política pública para la atención pre-hospitalaria de casos de muerte súbita a través del establecimiento de zonas cardioprotegidas en las instalaciones públicas y privadas donde exista alta afluencia de personas.
El 2 de Mayo de 2017 el Congreso de la República, mediante la Ley 1831, reguló el uso del Desfibrilador Externo Automático (DEA), en transportes de asistencia y lugares de alta afluencia de público lo que abrió la oportunidad de aplicar la medida a los territorios.
La Gobernación del Atlántico adoptó estas regulaciones e implementó la iniciativa Atlántico Cardioprotegido para contribuir al mejoramiento de la calidad de vida y la salud de los atlanticenses con la mitigación de las muertes súbitas causadas por infartos, mediante atención pre-hospitalaria en situaciones de emergencia. De esta manera, se busca crear conciencia y promover la cultura del cuidado mutuo.
Los DEA son dispositivos médicos electrónicos portátiles, dotados de electrodos destinados a generar y aplicar pulsos intensivos que puede descargar una corriente al corazón a través del tórax y detener la fibrilación ventricular, lo que permita que el corazón vuelva a un ritmo normal y supere el paro, lo que garantiza la vida del paciente en episodios de urgencia.
Los equipos están diseñados para guiar al operador de manera auditiva (voz) y audiovisual (pantalla) en español, durante todo el proceso de reanimación pre hospitalario. Desde que se encienden dan instrucciones paso a paso de lo que se debe hacer mientras llega la ayuda avanzada, por lo que son equipos que pueden ser operados por cualquier persona del común con una formación básica sin ser personal del área de la salud.
El mandatario de los atlanticenses explicó a los asistentes que “Atlántico Cardioprotegido” inicia con la ubicación de 25 equipos DEA en las alcaldías de los 22 municipios del Atlántico, uno en el parque Muvdi y en Barranquilla, como capital del departamento. El proceso de instalación se inició con dos equipos DEA, uno en la Asamblea departamental y otro en la Gobernación. La idea es que más instituciones públicas y privadas los implementen”.
Verano De la Rosa agregó que el montaje del sistema incluye una central de monitoreo con equipos con tecnología de punta y talento humano altamente capacitado que cuenta con 50 facilitadores. “Los facilitadores capacitarán a 15 mil personas en el manejo adecuado de los DEA para garantizar una apropiada activación de la cadena de supervivencia y realizar una resucitación cardiopulmonar efectiva como complemento a las situaciones de eventos cardiovasculares extra hospitalarios”.
Armando De la Hoz destacó que los equipos instalados son totalmente inteligentes y toman las decisiones por el operador. “Solo emitirán una descarga recomendada si la víctima lo necesita y cuando, por medio de su análisis, encuentran un ritmo de paro desfibrilable. Si la persona no lo requiere no lo harán, en cumplimiento de los protocolos de la American Hearth Asociation 2015 en términos de recomendaciones en desfibrilación externa”.
Dijo, además, los DEA están monitoreados las 24 horas, 7 días a la semana desde una central, gracias a la base en la que se encuentran ubicados llamada Smart Station, conectada a internet y que se encarga de verificar constantemente el estado de funcionamiento de los equipos para garantizar que sus baterías y parches permanezcan en óptimos condiciones. También se encargará de enviar un vehículo de emergencia y/o ambulancia al punto donde está sucediendo la emergencia.
Al tomar el equipo de su base para utilizarlo, se activa una alarma en la central de monitoreo para que el sistema integrado garantice una atención y manejo efectivo de estas situaciones por fuera de los hospitales, hasta que el paciente sea remitido a un centro asistencial.
Posteriormente se realiza la integración del SEM (Sistema de Emergencias Medicas) con el Centro Regulador de Urgencias y Emergencias – CRUE para brindar un mejor servicio y mayor efectividad a los ciudadanos.
El diputado Adalberto Llinás, ponente del proyecto que generó la ordenanza que sustenta la implementación de los DEA, expresó que este será el inicio de una cultura de atención. “La idea es duplicar el número de equipos en entidades tanto públicas como privadas y poder brindar una atención de estas situaciones fuera de los hospitales en la pequeña ventana de 4 minutos para aumentar la probabilidad de sobrevivencia de las personas con ataque cardiaco”.
En el año 2011, el ataque cardiaco fue el responsable de la muerte de 29.000 colombianos, 16.000 de ellos fueron hombres. Este año se estima que han muerto 80 personas por día a causa de esta enfermedad.
Con el funcionamiento de los DEA en lugares como estadios, aeropuertos, terminales de transporte, centros comerciales, sistemas de transporte masivo, colegios, universidades y sitios de alta concentración poblacional, se podrán salvar muchas vidas.
Según el ministerio de Salud las tasas de mortalidad por 100 mil habitantes de infarto entre 2005 y 2010 más elevadas, se registraron en los departamentos de Tolima (84,53), Caldas (81,72), Quindío (74,53), Risaralda (70,50), Huila (68,17), Cundinamarca (64,74), Antioquia (63,58), Santander (62,44), Valle del Cauca (59,72), Meta (59,43), Magdalena (58,82), Atlántico (54,83), Norte de Santander (54,54), Cesar (53,03), Arauca (52,43), Sucre (52,28), Boyacá (52,18) y Caquetá (49,51).
