El estadio Romelio Martínez, un homenaje a un jugador inolvidable

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Con el propósito de ser sede principal de los Juegos Olímpicos Nacionales de 1935 fue construido entre 1932 y 1934 el Estadio Municipal, llamado años después Romelio Martínez, para tributar la memoria del excelente futbolista barranquillero, puntero izquierdo, fallecido en un accidente aéreo el 15 de febrero de 1947.

Romelio Martínez, de acuerdo con los cronistas de su época, entre los que sobresalen los nombres de Chelo De Castro C. y Mike Urueta (fallecido), fue un habilidoso punta de lanza zurdo que se destacó en el club local Atlético Junior antes de que el equipo rojiblanco despuntara en el rentado colombiano. También integró varios seleccionados del Atlántico.

De acuerdo con el libro ‘Junior, una historia de diamantes’, del periodista Ahmed Aguirre, Romelio Martínez se integró al plantel del cuadro ‘tiburón’ y a partir de 1937 formó parte esencial de la divisa al lado de Humberto Picalúa, Julio Torres, Roberto ‘Flaco’ Meléndez, Seveino Lugo y Felipe Suárez, entre otros.

Por su espíritu deportivo y pulcritud en la cancha se le catalogó ‘El Caballero del Deporte’.

Como Carlos Gardel y Pedro Infante, dos emblemáticas figuras de la canción popular de América Latina, cuyos recuerdos permanecen intactos no obstante el paso aplastante del tiempo, Romelio Martínez falleció en un accidente de aviación. Su deceso ocurrió el 15 de febrero de 1947, cuando su ciudad celebraba el Sábado de Carnaval, luego de que el DC4-114 de Avianca en el que viajaba -que había decolado del aeropuerto de Soledad- se estrelló en el cerro El Tablazo, entre los municipios de Supatá y Subachoque, en el departamento de Cundinamarca, en el centro de Colombia.

Señalan los registros de la época que el avión estaba comandado por el piloto Kenneth Newton Poe y el copiloto Roy Kaye, ambos estadounidenses. Además del inolvidable futbolista en el accidente pereció su hijo, llamado también Romelio Martínez.

Al conocerse la terrible noticia, el mandatario de los colombianos, Mariano Ospina Pérez decretó el 16 de febrero día de duelo nacional, y ordenó la suspensión de las festividades carnestoléndicas en la capital del Atlántico y la corrida de toros programada en la en coso de la Santamaría de Bogotá.

En honor a su memoria, y por iniciativa del periodista barranquillero Chelo De Castro C., al estadio Municipal se le rebautizaría Romelio Martínez.

En un área de 64.892 metros cuadrados, ubicada entre las calles 72 y 74 con carreras 44 y 46, se levantó la edificación que albergaría 10 mil personas cómodamente sentadas en las gradas de dos tribunas denominadas de sombra o preferencia y de sol.

Una estructura de madera cubría la gradería de Occidente, conocida mejor como la tribuna de sombra.

Con su estilo arquitectónico Art Déco, el Romelio Martínez serviría de sede permanente desde 1948, con la llegada del fútbol profesional a Colombia, del Atlético Junior, que allí celebró sus dos primeros títulos: en 1977 y 1980. Allí también el Junior efectuaría partidos internacionales en el marco de la Copa Libertadores de América de los años 1971, 1978, 1981 y 1984.

Al inaugurarse en mayo de 1986 el estadio Metropolitano Roberto Meléndez, Junior cambiaría de escenario para afrontar sus compromisos deportivos, aunque en esporádicas ocasiones volvería a jugar años más tarde en el Romelio.

Del mismo modo, sobre la cancha del estadio, cuando todavía no se llamaba Romelio Martínez, la Selección Colombia se consagraría campeona invicta, ganado los seis partidos que disputó, en el torneo de fútbol de los VI Juegos Deportivos Centroamericanos y del Caribe.

Además del Junior, los equipos de fútbol profesional Sporting, Unicosta y Uniautónoma Fútbol Club también oficiaron de local para sostener sus encuentros correspondientes a torneos de la Dimayor.

Para disputar las eliminatorias de cara al Mundial de Fútbol de 1966, en Inglaterra, Colombia jugó sus partidos de local ante Ecuador y Chile que, a la postre, clasificaría al importante certamen balompédico universal.

Las tribunas del viejo Romelio Martínez fueron demolidas en 2016. La meta se centró en la remodelación de un gran estadio que sirva de sede para los XXIII Juegos Centroamericanos y del Caribe que de nuevo tendrán lugar en Barranquilla, como aconteció en 1946.

Solo su gradería estilo Art decó, inaugurada en 1961, es lo único que se mantiene de la estructura del antiguo Romelio Martínez. “Y los barranquilleros tendremos el placer de volver a disfrutar del fútbol profesional”, tal como lo anunció el alcalde Alejandro Char.

Con la reconstrucción del Romelio Martínez, Barranquilla contará con tres estadios para la práctica del fútbol, dos con un gramado natural tipo Bermuda 419, exigido por la FIFA, apto para albergar una competencia futbolística de alto nivel, y uno más, el estadio Moderno, con grama sintética.

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