Más allá de la gorra, la Armada de Colombia ya avanza en el desarrollo de un guante resistente al agua, que detecte cuáles son los obstáculos que hay en el camino de una persona con discapacidad visual.
Electrónica, mecánica, ciencias del mar y control de tráfico marítimo, son algunas de las especialidades en conocimiento que ofrece la Escuela Naval de Suboficiales ARC “Barranquilla”, las cuales permiten a los Grumetes Navales adquirir una serie de capacidades para desempeñarse a nivel militar y contribuir al desarrollo social de la comunidad.
Una de sus contribuciones es el desarrollo de un dispositivo para el desplazamiento seguro de jóvenes con discapacidad visual, el cual nace como una iniciativa de impactar a los sectores estudiantiles que requieren apoyo frente a una necesidad particular, movilizando la línea de investigación de la Escuela Naval, orientada en este caso a la tiflotecnología, que es la ciencia que ayuda al desarrollo de los dispositivos y las herramientas para ayudar a las personas con discapacidad visual.
“Desde el alma máter de la suboficialidad Naval potencializamos la investigación con el fin de desarrollar mecanismos que contribuyan a mejorar la calidad de vida de los jóvenes en el país. Es así como a través de estos dispositivos con sensores, los alumnos de esta Escuela de Formación de la Armada de Colombia pueden descubrir cómo aportamos con nuestros conocimientos al desarrollo del país y al mejoramiento de la calidad de vida de los colombianos”, contralmirante Rafael Aranguren Devia, director de la Escuela Naval de Suboficiales ARC “Barranquilla”.
Dicho dispositivo consta en principio de una gorra que cuenta con la tecnología necesaria para hacer programación de sensores ultrasónicos ubicados en una parte estratégica de la visera que permite detectar, a una distancia determinada, obstáculos con los que se vaya encontrando el joven en condición de discapacidad que lo utiliza.
“Lo que encontramos nosotros en la Institución de Educación Distrital era un problema de desplazamiento de los niños, tanto al ingresar al recinto como en la movilidad interna. Los jóvenes no contaban con un acompañamiento de personas que le pudieran guiar de forma permanente su paso hacia las aulas. Así mismo, como tampoco contaban con un acompañamiento para que ellos pudieran disfrutar de las áreas comunes y de esparcimiento en los tiempos estipulados dentro del horario para tal fin”, jefe Técnico en uso de buen retiro, Carlos Javier Orozco.
Dicho dispositivo es recargable; cuenta con una batería, un botón de encendido y programación acuerdo a las necesidades particulares del usuario.
De la misma manera, esta gorra ha evolucionado a tal punto que la Escuela Naval de Suboficiales está trabajando en un guante con sensores resistente al agua, que evite el movimiento de la cabeza y se enfoque exclusivamente en la mano para así saber exactamente en qué dirección debe el usuario moverse y detecte cuáles son los obstáculos que hay en el camino.
“A través de la investigación encontramos la naturaleza pura del militar con sentido social que busca impactar en una población que espera de nuestros militares no solamente una vocación de servicio orientada a la protección de sus intereses, sino que se pueda contribuir a través de ese conocimiento a la generación de valor y desarrollo del país”, teniente de navío, Henry González Dorian, Decano de la Facultad de Investigación de la Escuela Naval de Suboficiales ARC “Barranquilla”.
La Escuela Naval de Suboficiales ARC “Barranquilla”, como Institución Tecnológica de Educación Superior y directamente alineada con las políticas de la Armada de Colombia, tiene dentro de sus líneas de investigación proyectos que se desarrollan en pro de la ciudadanía con el fin de contribuir al mejoramiento de la calidad de vida de la población civil en condición de vulnerabilidad.