Igualmente, a través de las debidas instancias diplomáticas, urge información sobre el paradero de los menores de edad, pues no hay noticia de ellos desde el pasado 11 de noviembre.
Luego de que dos niños de 4 y 6 años se los llevara la corriente del río Bravo cuando su madre intentaba cruzar con ellos de México a Estados Unidos, según el propio testimonio de su familia, la Defensoría del Pueblo gestiona la debida ayuda humanitaria en el lamentable caso.
“Como presidente de la Federación Iberoamericana de Ombudsperson y en trabajo conjunto con nuestra Oficina de Asuntos Internacionales de la Defensoría del Pueblo de Colombia, les solicitamos al Grupo Interno de Trabajo de Asistencia a Connacionales en el Exterior y a la Dirección de Asuntos Migratorios de la Cancillería colombiana asistencia para Yini Paola Galán Herazo, madre de los menores de edad, quien estaría en un albergue en New York”, señala el Defensor del Pueblo, Carlos Camargo Assis.
Así mismo, la entidad nacional de derechos humanos trabaja, con el concurso del Ministerio de Relaciones Exteriores, en la gestión de los trámites legales para traer a la joven madre de 23 años (quien antes de emprender la travesía como migrante irregular estaba viviendo en Girón, Santander) de vuelta al país, en caso de ser necesario.
“También, a través de los correspondientes canales diplomáticos, solicitamos información sobre el paradero de los menores de edad, pues no hay noticia de ellos desde el pasado 11 de noviembre. Queremos decirles a Yini y a su familia que no están solos. Lo que más deseamos es que las autoridades norteamericanas los encuentren y retornen a su núcleo familiar”, indica el Defensor del Pueblo.
Estados Unidos y su papel en el flujo migratorio con enfoque de respeto a los DD. HH.
Los altos niveles de migración que existen en Latinoamérica han derivado en una problemática que a diario vulnera los derechos fundamentales de las personas. Ante el preocupante panorama, Camargo Assis, como presidente de la Federación Iberoamericana de Ombudsperson (FIO), y sus pares de Panamá y Costa Rica trabajan en la conformación de una comisión para presentarle al Gobierno de Estados Unidos una solicitud para que incluya en su agenda políticas públicas de atención a los flujos migratorios con enfoque de respeto a los derechos humanos.
“El Gobierno estadounidense, lo hemos dicho en otros escenarios, juega un papel crucial en la búsqueda de soluciones que permitan regular el derecho humano a migrar. No queremos más casos como el de Yini y su familia, a quienes ahora mismo la incertidumbre, al no saber del destino de los dos niños, embarga sus sentimientos, pensamientos y emociones”, recalca el Defensor del Pueblo.
El fenómeno afecta a países suramericanos y centroamericanos porque los flujos arrancan en o entran por Colombia, atraviesan el Tapón del Darién, donde las personas están expuestas a peligros que incluso pueden poner en riesgo su integridad y vida, pasan por Panamá, continúan en Costa Rica, Nicaragua, Honduras, México, con destino final Estados Unidos.